La
fundación de San Salvador se realizó cuando ya se había cumplido la gran etapa
fundacional española en América. Todas las capitales y una buena parte de las
ciudades menores ya habían sido trazadas. La fundación definitiva de San
Salvador de Velasco en el valle de Jujuy, corrigió los dos anteriores
emplazamientos ocupando el centro entre ambos. El lugar elegido por Francisco
de Argañaráz resultó finalmente el más adecuado porque permitió en los tres
siglos siguientes el crecimiento natural de la ciudad en dirección este y
oeste, sin que la plaza perdiera su carácter de centro de gravedad.
Para
los pobladores de la época, era necesario fundar una ciudad en el valle de
Jujuy puesto que tenía una importancia estratégica. El valle era la puerta de
entrada o de salida de las tierras del Plata hacia lo que era el virreinato del
Perú, ejercer el dominio era asegurar las rutas a través de la Quebrada de
Humahuaca y también hacer un control efectivo de las poblaciones indígenas que
tanto amenazaban. La insistencia de las de los dos últimos fundadores en
repetir la fundación, aproximadamente en el sitio elegido por Castañeda,
sugiere que se había comprendido lo acertado de esta elección, basada en
consideraciones estratégicas; en efecto el sitio de Jujuy por su ubicación en
la boca de la Quebrada fue y es puerta de acceso entre el altiplano y la
llanura, y por el hecho de estar rodeado por los cauces de los ríos Grande y
Xibi Xibi, posee ventajas defensivas excepcionales.
Según los documentos históricos, la ciudad
enmarcada por Ramírez de Velasco, para ejecutar; dado el 25 de enero de 1593 a
Argañaraz: "... y la dicha ciudad se fundará y poblará
conforme a la traza que se dio y entregó al dicho capitán Juan Pedrero de Trejo
que está firmada de mi nombre..." . El plano estaba hecho sobre grueso
pergamino, incorporados con casillas, que significaban las cuadras, para que
fueran llenadas por el mismo Argañaraz, a
quiénes le acompañaban en la arriesgada empresa, FUERON LOS
PRIMEROS PROPIETARIOS O VECINOS DE LA
CIUDAD
Una vez colocados los nombres, Argañaraz,
haciendo uso de sus poderes, el mismo día glorioso, 19 de abril, produjo el documento en que declaraba
propietarios " a los vecinos y soldados,
cada uno de ellos contenidos en la traza de esta ciudad de los
solares, según y por la orden y forma
contenida en ella, de manera que sea y
deba entender que a cada uno le pertenece solar y solares y cuadras donde queda escrito y asentado su
nombre..."
Nos imaginamos una ciudad rodeada por dos
emblemáticos ríos, con cinco calles en sentido longitudinal, es decir, hacia la
unión de los ríos. En el sentido transversal podrían haber sido el doble, según
la cantidad de solares y cuadras repartidos a 45 vecinos, algunos con una mayor
superficie, según la jerarquía social. Cada manzana constaba de 440 pies (equivale
a 30,5 cm. cada pie) por cada uno de los cuatro costados; y estaba las cuadras
separadas por las calles que, en ambos sentidos, medían 35 pies de ancho. Cada manzana estaba dividida en cuatro solares
de 220 pies de frente y otros tantos de fondo para cada uno. El fundador determina con precisión que cada
pie es un tercio de vara, a fin de evitar errores en la mensura. Cada
propietario debía cercar su solar dentro de los primeros seis meses, en caso de
no hacerlo, se entrega a otra persona.
Con
el tiempo esta primera traza de la ciudad tendrá modificaciones con el pasar
del tiempo y se constituirá en una ciudad histórica.
Plano de la ciudad en 1593
Plano de la ciudad de 1804
Plano de la ciudad en la actualidad
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