martes, 18 de abril de 2023

La lengua de los omaguacas, noticias de Bartolomé Naharro de 1596 y del obispo Dávila y Cartagena de 1690

 "De la lengua de los naturales no se tiene noticias precisas tampoco pues, el lingüista P. Bársena no habla de estos indios. El padre Lozano, siguiendo al parecer a Ovalle, dice hablando de aquellos cinco españoles del ejército de Almagro que en 1536 se desmandaron del camino del Despoblado: «y penetrando al valle de Jujuy que es parte de Tucumán, (es de suponer que sea el de Humahuaca); pagaron luego la pena de su mal acuerdo. Imaginaban que les habían de hacer el mismo acogimiento que hasta allí habían experimentado por respeto del inga Paulla, pero los jujuies que ni le profesaban vasallaje, ni querían ver trajinado su país de estrangeros, se aconsejaron con su fiereza y a los tres dieron cruel muerte, salvándose los otros dos con la fuga»

Si los omaguacas no prestaban vasallaje al Inca sería de suponer que no hablaran el quichua o lengua general. Boman sospecha que el idioma de los omaguacas sería, tal vez, el mismo de los ocloyas.

 Frente a esta duda hay un dato según el cual ya en la época de la conquista se hablaría el quichua, esta luz nos la da uno de los compañeros de Francisco de Argañarás, el Procurador General de la ciudad de San Miguel de Tucumán y Procurador y vecino de Todos los Santos de la Nueva Rioja, don Bartolomé Naharro. Naharro fue llamado a declarar en la información de méritos y servicios del capitán Francisco de Argañarás, hecha en La Plata, el 24 de diciembre de 1596; y al referirse a la prisión de Viltipoco, señor de Omaguaca, dice: «Con la dicha prisión e muerte de el dicho Uiltipoco Yndio, en la dicha su prisión, cesó todo e quedó la tierra quieta e pacífica e se anda e camina con la seguridad que dicho tiene y los yndios han ofrescido las dichas minas e thesoro del ynga que Omaguaca en su lengua quiere dezir Cabeça de Tehsoro»

Si omaguaca o humahuaca quiere decir cabeza de tesoro, la voz es quichua pues en esta lengua, uma es cabeza y guaca o huaca es tesoro. Como Naharro dice sin dejar lugar a dudas en su lengua quiere decir es indudable que esta lengua, fue el quichua.

 Muy pocas veces nos ofrecen los cronistas una etimología tan clara y precisa como ésta que tanto y tanto ha dado que hablar a los estudiosos y curiosos. Sin embargo aunque la etimología sea exacta y ella esté en quichua faltaría averiguar si el uso del idioma de los incas -su idioma- fue reciente o si era el lenguaje de los indios de la prehistoria de La Quebrada. Como la averiguación de este dato nos es imposible, por ahora, dada la carencia de documentos, bástenos con dar por asegurado que en la época de la conquista ya se hablaba el quichua. ¿Hasta cuándo se lo habló? Este es otro problema que trataremos de solucionar. Ya vimos más arriba, al hablar de las condiciones exigidas a los curas de naturales que el cura de la doctrina de Humahuaca, padre Antonio Velázquez Rodero, que estuvo en 1622 en su curato, no sabe la lengua de los naturales. En Junio de 1690, esto es, a un siglo de la información de Bartolomé Naharro, se hablaba el quichua en La Quebrada, lo sabemos porque el obispo del Tucumán, don Juan Bravo Dávila y Cartagena, al iniciar en Humahuaca la visita a sus diócesis, por ser la primera parroquia del Obispado, predicó en su idioma a los naturales, tal se lee en el Testimonio de  la Visita del Obispo, hecho por su secretario, presbítero Luis de Cartagena y Mioño. He aquí la parte pertinente del referido testimonio: «Dijo su Señoría Ilustrísima que para cumplir con esta obligación este presente año, determinaba hacer la visita deste Obispado, y empezaría desde la doctrina, y pueblo de Umaguaca, pues es el primero desta diócesis, y en su ejecución y cumplimiento comenzó su visita desde el dicho pueblo de Umaguaca, predicando a los indios en su idioma etc.».

Es de advertir que este Obispo, gran predicador, según dice Lozano, venía del Perú y allí aprendió el idioma de los incas, pues fue arcediano del Cuzco y de este cargo fue llevado al Obispado por cédula de Carlos II, de fecha 26 de febrero de 1688.

No he hallado otras noticias, pero infiero que se hablaría el quichua en La Quebrada hasta fines del siglo XVIII, pues en 1779, año en que se verificó el censo de los curatos de Tumbaya y Humahuaca con los indios del Volcán, Purmamarca, Guajra, Tumbaya, Tilcara, Guacalera (empezado el 10 de enero y terminado el 10 de marzo del mismo año de 1779), el encargado del mismo, don Manuel Sánchez de Bustamante, distingue a los pobladores con las denominaciones de españoles, indios, criollos, mulatos y mestizos y es de suponer que a los segundos los llamaría indios por el idioma que hablaban pues no es de imaginar que los clasificara solamente por el aspecto racial. Los datos del censo son estos:

 

CLÉRIGOS

ESPAÑOLES

INDIOS

MULATOS

ZAMBOS

NEGROS

 

TOTAL

TUMBAYA

1

28

875

64

968

HUMAHUACA

1

32

1204

-------

1237

TOTALES

2

60

2079

64 

2195

 

Como se ve los indios, quienes hablarían seguramente el quichua, constituyen la inmensa mayoría, más del 94 por ciento de los censados.

Los españoles, criollos y mestizos hablarían el español y como ellos serían los dirigentes y los propietarios supongo que el castellano iría ganando terreno, en tanto que el quichua se olvidaría poco a poco, con el contacto diario con los comerciantes y viajeros que atravesaban La Quebrada, en sus idas y venidas al Alto y Bajo Perú.

Ya en 1825 parece que los paisanos de La Quebrada, aún los inciviles, los que se espantaban a la presencia de un blanco, hablaban castellano, pues dice el capitán Andrews, al relatarnos una visita que hizo a un rancho de pastores, el 27 de septiembre de 1825, (Una jornada antes de su llegada a Humahuaca, por lo que supongo el rancho estaría en Guacalera). «Este día descubrimos algunos pocos indios de aspecto bastante mísero, atisbando desde chozas apenas discernibles entre el follaje denso que las rodea. Nuestra atención fue atraída por el ladrido de unos perros negros de mala ralea; pero, al acercarnos a la puerta de una choza con esperanza de conseguir un poco de leche, hallamos los habitantes mal dispuestos para complacernos. La familia se componía de un indio, su esposa y una pareja de chicos y la abuela que, con la madre, huyeron de nosotros. El hombre con aspecto receloso y desconfiado, deseando claramente que nos fuésemos, a todas nuestras preguntas contestaba: «no hay». Los irritados perros negros nos gruñían para que abandonásemos la casa. La morada pintaba desdichas intolerables en medio del aislamiento más romántico».

Si el indio hubiese sabido hablar solamente en quichua le hubiera dicho manastían  o manancancho que en esta lengua quiere decir: no hay como dice la copla, recogida en estos mismos parajes:

¡Echa chicha, María Juana,   

no me digas manancancho!

Aquí traigo rial y medio 

para gastar en tu rancho."


Extraído de Cancionero popular de Jujuy-T1



viernes, 14 de abril de 2023

CENSO DE LA CIUDAD (1778-1779)

 

Resumen total del número de Almas, que existen, en esta dicha Ciudad de Jujuy y las Haciendas pertenecientes al Curato de la dicha Ciudad, en toda clase de gentes. Según el orden de S. Majestad, que sea llevado, para formar este Padrón

A saber (1)

 

Almas

Ciudad de Jujuy y sus vecinos Españoles y familias ascienden a la cantidad de

1133

Mestizos en la dicha Ciudad

0399

Mulatos en la ciudad

0158

Españoles forasteros en la ciudad

0043

Indios y Mulatos, en la ciudad

0280

Hacienda nombrada Alisos

0510

Hacienda nombrada Juan Galán

0035

Hacienda nombrada Cuiaia 

0149

Hacienda nombrada Palpala

0152

Hacienda nombrada Lanbedero

0038

Hacienda nombrada el Brete

0064

Hacienda nombrada Sapla 

0170

Hacienda nombrada Capillas

0033

Pueblo nombrado Ocloyas

0039

Hacienda nombrada Corral de Piedras

0047

Hacienda nombrada trigo panpa-Chigras y la Viña

0039

Hacienda nombrada el Carmen- Chanchillo y Cabral

0045

Hacienda nombrada los Perales- Quebrada Seca

0047

Hacienda nombrada Jaire

0052

Hacienda nombrada León y Chañi

011 1

Hacienda nombrada Yutumaio  y Lozano

0058

Hacienda nombrada Sauces

0031

Hacienda nombrada Yala

0056

Hacienda nombrada San Pablo

0043

Hacienda nombrada Agua caliente

0022

Hacienda nombrada el Molino

0095

Hacienda nombrada Lormenta

0016

(1)    Almas                                                                     Total        3914

Según parece de las dos sumas ascienden a la Cantidad de tres mil, novecientas Catorce, Almas las que yo Dn. Diego de la Corte Alcalde provincial, tengo empadronado, en la dicha. Ciudad de Jujuy, y sus Haciendas Correspondientes a este Curato de la dicha. Ciudad que es , en esta dicha Ciudad de Jujuy en 30 de diciembre de 1779 años = por ante mí y Testigos = Diego de la Corte. Bautista de Muraos. Pedro Antonio Hereña

Extraído de Archivo Capitular Tomo 1



jueves, 13 de abril de 2023

POEMA A JUJUY- Alejandro A. Pereyra

 

JUJUY Y LA CONQUISTA

Para conquistarte, Jujuy,

los terribles soldados de la lejana España

recorrieron mil veces tus valles, punas y quebradas,

y chocaron lanzas contra espadas.

 

Para conquistarte, Jujuy,

trajeron su religión, la santa fe cristiana,

para sacar del corazón de la morena raza americana

el culto a Inti y a la dulce Pachamama.

 

Para conquistarte, Jujuy,

trajeron su armonioso idioma, el habla castellana,

para desplazar al quechua y al aymara,

y quien sabe a que lenguas jujeñas ya olvidadas.

 

Porque los conquistaste, Jujuy,

hace siglos indígenas y blancos, cansados de batallas,

dejaron en recónditos sitios sus mortales armas afiladas,

y desde entonces nunca volvieron a empuñarlas.

 

Porque nos conquistaste, Jujuy,

hoy, indígenas y blancos sus razas ven mezcladas,

pues cuando el amor es el que manda,

hasta la llama del odio un día se apaga.

     

Alejandro A. Pereyra 7 de marzo de 1996 .

Docente e historiador



SIGNIFICADO DE LA FUNDACIÓN DE JUJUY

 


La fundación de San Salvador se realizó cuando ya se había cumplido la gran etapa fundacional española en América. Todas las capitales y una buena parte de las ciudades menores ya habían sido trazadas. La fundación definitiva de San Salvador de Velasco en el valle de Jujuy, corrigió los dos anteriores emplazamientos ocupando el centro entre ambos. El lugar elegido por Francisco de Argañaráz resultó finalmente el más adecuado porque permitió en los tres siglos siguientes el crecimiento natural de la ciudad en dirección este y oeste, sin que la plaza perdiera su carácter de centro de gravedad.

Para los pobladores de la época, era necesario fundar una ciudad en el valle de Jujuy puesto que tenía una importancia estratégica. El valle era la puerta de entrada o de salida de las tierras del Plata hacia lo que era el virreinato del Perú, ejercer el dominio era asegurar las rutas a través de la Quebrada de Humahuaca y también hacer un control efectivo de las poblaciones indígenas que tanto amenazaban. La insistencia de las de los dos últimos fundadores en repetir la fundación, aproximadamente en el sitio elegido por Castañeda, sugiere que se había comprendido lo acertado de esta elección, basada en consideraciones estratégicas; en efecto el sitio de Jujuy por su ubicación en la boca de la Quebrada fue y es puerta de acceso entre el altiplano y la llanura, y por el hecho de estar rodeado por los cauces de los ríos Grande y Xibi Xibi, posee ventajas defensivas excepcionales.

 PRIMERA TRAZA DE LA CIUDAD (1593)

   Según los documentos históricos, la ciudad enmarcada por Ramírez de Velasco, para ejecutar; dado el 25 de enero de 1593 a Argañaraz: "... y la dicha ciudad se fundará y poblará conforme a la traza que se dio y entregó al dicho capitán Juan Pedrero de Trejo que está firmada de mi nombre..." . El plano estaba hecho sobre grueso pergamino, incorporados con casillas, que significaban las cuadras, para que fueran llenadas por el mismo Argañaraz, a  quiénes le acompañaban en la arriesgada empresa, FUERON LOS PRIMEROS  PROPIETARIOS O VECINOS DE LA CIUDAD

   Una vez colocados los nombres, Argañaraz, haciendo uso de sus poderes, el mismo día glorioso, 19 de abril,  produjo el documento en que declaraba propietarios " a los vecinos y soldados,  cada uno de ellos contenidos en la traza de esta ciudad de los solares,  según y por la orden y forma contenida en ella,  de manera que sea y deba entender que a cada uno le pertenece solar y solares y  cuadras donde queda escrito y asentado su nombre..."

   Nos imaginamos una ciudad rodeada por dos emblemáticos ríos, con cinco calles en sentido longitudinal, es decir, hacia la unión de los ríos. En el sentido transversal podrían haber sido el doble, según la cantidad de solares y cuadras repartidos a 45 vecinos, algunos con una mayor superficie, según la jerarquía social. Cada manzana constaba de 440 pies (equivale a 30,5 cm. cada pie) por cada uno de los cuatro costados; y estaba las cuadras separadas por las calles que, en ambos sentidos, medían 35 pies de ancho.  Cada manzana estaba dividida en cuatro solares de 220 pies de frente y otros tantos de fondo para cada uno.  El fundador determina con precisión que cada pie es un tercio de vara, a fin de evitar errores en la mensura. Cada propietario debía cercar su solar dentro de los primeros seis meses, en caso de no hacerlo, se entrega a otra persona.

Con el tiempo esta primera traza de la ciudad tendrá modificaciones con el pasar del tiempo y se constituirá en una ciudad histórica.

Plano de la ciudad en 1593 

Plano de la ciudad de 1804

Plano de la ciudad en la actualidad


Prof. David Mareño






PLAZA GENERAL BELGRANO, SITIO O LUGAR HISTÓRICO

 En 1593, Francisco de Argañaraz y Murguía fundó la ciudad de San Salvador de Velasco en el Valle de Jujuy, preparada la fundación de Jujuy, en la meseta triangular que Argañaraz y sus hombres, eligieron de  común  acuerdo,  para  asiento  de la  ciudad, se  procedió a delimitar el espacio de  tierra, libre  de malezas, destinado a la plaza de armas (plaza mayor) quedó establecida en el sitio que hoy ocupa. En el transcurso del tiempo se construyó a su alrededor el Cabildo y la Iglesia Matriz.

Con el transcurso de los años la plaza de armas fue testigo de grandes acontecimientos históricos, uno de ellos fue cuando el general Manuel Belgrano reunió al Ejército del Norte y al pueblo jujeño el 25 de mayo de 1812 para el juramento de lealtad a la causa revolucionaria desatada en el Río de la Plata en 1810 y a la Bandera por cuya defensa hizo prometer que se entregaría hasta la vida.

Un año más tarde fue un 25 de mayo de 1813 en ése mismo escenario de la plaza mayor el general Manuel Belgrano donó al pueblo de Jujuy la Bandera Nacional de la Libertad Civil, por los sacrificios, valor y heroísmo del pueblo jujeño durante el período comprendido entre el Éxodo Jujeño, las Batallas de Tucumán y Salta; y la Reconquista de la ciudad en marzo de 1813.

Pasando los años y los siglos de nuestra historia, nuestra plaza fue un cuadrado de tierra, de una manzana completa, donde poco o nada se hizo por embellecerla. Poco a poco fueron plantándose arboles inmensos. Luego llegaron a Jujuy los primeros eucaliptos, mandados por Sarmiento para embellecer el paisaje del lugar. Con el tiempo se cayeron algunos árboles centenarios y los eucaliptos, en su lugar se plantaron naranjos, al llegar la primavera de esos años perfumaban el ambiente con suave fragancia.

Fue entonces un 7 de marzo de 1857 por decreto del Gobernador Constitucional de la Provincia R. Alvarado, se estableció que “La Plaza Principal de esta ciudad se denominaría “GENERAL URQUIZA”.

Llegando hacia a 1883 fue el gobernador Eugenio Tello, que con sus ansias de progreso de la época volvieron los arreglos a la Plaza Urquiza.

Más tarde se delinearon canteros, avenidas y diagonales, se instaló un quiosco y la música se hizo presente a través de la banda de música del regimiento militar, que hacia escuchar sus melodías los jueves y los domingos, a la hora de la retreta.

En 1900, la sociedad formada por los señores Tezanos Pinto, Miguel Alviña, instaló la primera usina de alumbrado público, que proveía de luz eléctrica a la Plaza Urquiza y a la calle Belgrano.

Por Ley 131 del 7 de noviembre de 1906, la honorable legislatura de la Provincia de Jujuy autorizó a las comisiones de damas Pro-Patria y Pro-Monumento a erigir una estatua del General Manuel Belgrano en la entonces Plaza Urquiza destinado a conmemorar al prócer. Tres días después de la sanción de dicha ley, con la presencia del gobernador Manuel Bertrés se colocó la piedra fundamental de la obra.

Unos años después la plaza Urquiza fue testigo de varias celebraciones, precisamente en febrero de 1912, los corsos de carnaval se realizaban alrededor de la Plaza, donde se presentaba carruajes, coches, chatas y carros con diversas alegorías, llevando en ellos a grupos de señoritas, iniciándose un desfile multicolor ante una concurrencia entusiasmada.

El 25 de mayo de 1912, la Plaza fue escenario de los festejos de la Bendición de la Bandera por el canónigo Juan I Gorriti. En la intersección de la calle Sarmiento y Belgrano se levantó un arco alusivo a tal acontecimiento, como asimismo en las distintas esquinas a lo largo de la calle Belgrano.

Fue durante el mes de Julio de 1912, el Concejo Deliberante sanciona la ordenanza, por la cual a la plaza principal que lleva el nombre de General Urquiza, se denominaría hasta hoy en día con el nombre de “GENERAL BELGRANO”. La estatua, que perpetúa la memoria del General Manuel Belgrano montado a caballo y portando la Bandera creada por el prócer, arribó a Jujuy el 12 de junio de 1930 y el 24 de mayo de 1931 se inauguró el monumento.

 Pasaron los años, otra celebración fue testigo la Plaza General Belgrano, fue un 21 de setiembre de 1952, en el Día del Estudiante, donde se realizó el primer desfile de carrozas, y el 31 de agosto de 1955, se congrego en la Plaza Belgrano frente a la Casa de Gobierno, una impresionante masa de pueblo, manifestando su adhesión al Presidente Perón.

La plaza, fue la célula del modelo de la ciudad española, ha subsistido en la estructura de las ciudades argentinas, con su costado cívico del Cabildo, su ala de Catedral y campanarios, desde ella partieron los rumbos de las calles y manzanas.

Muchos capítulos de la historia jujeña, se han vivido y se vivirán en el futuro, en este espacio, por eso es un lugar que hay reconocerlo, no es un pedazo mas de tierra, sino un lugar con vida de siglos de historia, escrita con el acontecer diario de un pueblo activo.

Según la ley provincial 5751/13. “Ley marco de patrimonio cultural y natural de la provincia de Jujuy”, la plaza Belgrano debe ser declarada; art 4° sitios o lugares históricos: son aquellos vinculados a acontecimientos o recuerdos del pasado, de destacado valor histórico, antropológicos, paisajístico, arquitectónico, urbanístico o social

 LA PLAZA BELGRANO Y LAS CALLES QUE LA RODEAN

En 1.593 la plaza de armas quedo establecida en el sitio que hoy ocupa, inicialmente, fue un espacio público común a toda la población, servía para todas las actividades sociales, cívicas, religiosas y comerciales. Pronto aquel espacio se rodeó de las primeras edificaciones de la nueva ciudad: la "enramada" que con el tiempo se convirtió en la catedral, el cabildo, la primera imprenta traída por Escolástico Zegada, y sobre la actual calle San Martín la iglesia de la merced. El espacio original de la plaza fue transformado, desde el espacio libre del periodo virreinal hasta la actual plaza cívica con el monumento al General Manuel Belgrano.

El monumento esta realizado en bronce el cual descansa sobre un basamento en forma de trono perimetral de base rectangular y revestido con mármol granítico. Sobre su cara presenta dos bajorrelieves, uno titulado "mens" y el otro "la labor". En la cara anterior se halla un libro con laureles que recuerda al héroe como fundador de escuela, al norte un relieve que simboliza el escudo de la provincia de Jujuy circundado por laureles.

La plaza está rodeada por calles con historia:

- CALLE BELGRANO:

Situada al norte de la plaza, antiguamente se llamaba calle real o de san francisco, porque fue la ruta oficial usada por los españoles. Desde los primeros tiempos se perfilo como vía comercial, ya que en ella se desarrollaba gran parte del movimiento urbano, presentaba sus clásicas esquinas en ochava de las cuales ya no queda ninguna. Asimismo, esta calle fue escenario de un sangriento combate realizado el 9 de octubre de 1.812, entre fuerzas realistas y patriotas. Ello ocurrió en la cuadra comprendida entre sarmiento y otero, donde las fuerzas del rey, parapetadas en trincheras cavadas para una mejor defensa y artilladas con un cañón en cada bocacalle, el coronel patriota don Cornelio de Zelaya, trato de tomarlas, para lo cual se posesiono de los tejados de las casas situadas sobre la calle real, iniciando la acción con gran ímpetu, obtuvo ventajas parciales que luego fueron anuladas por el denuedo de los defensores, la falta de municiones, (tres cartuchos por hombre), las bajas producidas y otras circunstancias igualmente graves, obligaron el retiro ordenado de las fuerzas asaltantes que no pudieron cumplir con el objetivo que se había propuesto el mayor general don Eustaquio Díaz Vélez, desde Tucumán. En mayo de 1.879 se la involucro en el movimiento armado encabezado por Plácido Sánchez de Bustamante que termino con el gobierno de Martín Torino. Contaba hacia 1.900 con varios establecimientos públicos: el cabildo, el tribunal en lo civil, comercial y criminal, juzgado sección este y sección oeste, juzgado federal, escuela normal de varones, biblioteca popular, convento de los padres franciscanos. Frente a la actual parroquia de la catedral, funciono la "escuela de la patria", inaugurada a fines de noviembre de 1.824, fue su primer maestro y director, don Juan Manuel de Arizmendi. En la esquina de Belgrano y Senador Pérez estaba la casa de dos plantas con balcón a la calle donde habría vivido Belgrano durante su estadía en Jujuy, en parte de cuyo solar se levantó el edificio de la caja provincial de jubilaciones y pensiones. Con la demolición de esta casona Jujuy perdió una esquina de honda tradición histórica.

Por decreto de fecha 7 de marzo de 1.857, durante la gobernación de Roque Alvarado recibió el nombre del prócer que tanta vinculación tuvo con los acontecimientos más cruciales de la historia en este suelo.

- CALLE SAN MARTÍN:

Durante la colonia se la conoció como la calle de la merced, por el templo edificado en la esquina de las actuales calles San Martín y Gorriti, iglesia que fue destruida en parte por un terremoto y que, con el correr de los años se acabó de destruir. En ese solar se levantó después, durante el gobierno de Benjamín Villafañe, el hospital de niños, que luego fue trasladado al lugar que hoy ocupa.

Su trazado comienza en la Avenida Italia y termina en Patricias Argentinas, justamente donde se abre la comunicación vial y peatonal que da acceso al puente Argañaráz. En ella se levantan edificios importantes como el ministerio de bienestar social, la estación sanitaria nacional, el hospital san roque, el palacio de gobierno, la iglesia y colegio nuestra señora del huerto, la escuela normal superior Juan Ignacio Gorriti, la escuela Bernardo Monteagudo y el hogar e iglesia del buen pastor con la escuela obispo padilla. Esta arteria lleva el nombre de nuestro héroe máximo que, aun cuando no llego a conocer esta ciudad estuvo en contacto con sus hombres representativos y comprendió, con su visión certera de estrategia genial, la necesidad de convertir esta tierra en fortaleza viva.  Esta era una calle residencial y de no muchos comercios. –

CALLE SARMIENTO:

 Ubicada al oeste, fue conocida como calle de la imprenta, porque en un edificio hoy destruido se instaló la primera imprenta traída por el sacerdote Escolástico Zegada, que en 1.859 fundó el Colegio de las educandas, hoy colegio del huerto, que dio a Jujuy su primera constitución en 1.856. También se levanta la iglesia catedral. En su primera cuadra y con frente al este, por muchos años, estuvo allí erigida la ermita San Roque, pequeño templo que algunas veces ofició de parroquia cuando las otras iglesias yacían en el suelo por derrumbes o clausuras. Por decreto de 1857 esta calle debió llamarse calle de la imprenta, como justo reconocimiento a la primera máquina de imprimir que se trajo a esta ciudad. Ello se debió al Dr. Macedonio Graz primer periodista jujeño, quien junto al doctor Escolástico Zegada organizaron una empresa publicitaria e imprimieron el orden, periódico semanal que aparecía los sábados, habiéndose hecho por primera vez el 6 de setiembre de 1856. Posteriormente se denominó a esta calle con el apellido del maestro de América, Domingo Faustino Sarmiento.

- AV. CANONIGO GORRITI:

 Ubicada al este. Comienza en la av. 19 de abril y culmina en la vieja estación y la plazoleta 23 de agosto en la esquina de las calles Gorriti y San Martín se levantaba hasta fines del siglo xix la iglesia de la Merced, viejo templo que cayó destruido. El canónigo Gorriti era hijo de un gran terrateniente de Jujuy, en 1810, el cabildo de Jujuy lo nombró diputado a la Junta Grande. Reiteradamente pidió la separación de Jujuy de la provincia de Salta, en lo que fue la primera aparición pública de una voluntad autonomista, que luego derivaría en federalismo. Colaboró con el ejército del norte, especialmente en el tiempo en que Manuel Belgrano fue su comandante, bendijo la primera bandera nacional el 25 de mayo de 1812, y la bandera nacional de la libertad civil, el 25 de mayo de 1813. Fue capellán titular del ejército del norte, por su fiel amistad con el Gral. Belgrano. Falleció el 24 de mayo de 1842 en Sucre, sus restos fueron sepultados en la iglesia San Miguel de dicha ciudad, junto a su hermano José Ignacio Gorriti .




Prof. David Mareño

La lengua de los omaguacas, noticias de Bartolomé Naharro de 1596 y del obispo Dávila y Cartagena de 1690

  "De la lengua de los naturales no se tiene noticias precisas tampoco pues, el lingüista P. Bársena no habla de estos indios. El padre...